Asume la realidad y proponte hacer lo correcto.
Hacer lo que sí está en tus manos y es tu responsabilidad. Sigue las indicaciones sanitarias, de las Administraciones Públicas, y más en concreto de tu Administración Local. Haciéndolo todos bien, menor será el tiempo de confinamiento en casa.
Trata de no pensar en plazos y fechas.
Se paciente, recuerda que ésto pasará, es solo temporal y tiene un final afortunadamente. Ten el firme convencimiento de que es una situación pasajera de la que saldremos además mucho más fuertes, maduros y solidarios, como personas y como sociedad.
Adopta una actitud positiva.
Revisa cómo afrontas esta situación, dónde enfocas tu atención y céntrate en lo que sí puedes hacer y no en las limitaciones. No anticipes, vive en el Aquí y Ahora, además es lo único que existe, sonríe y propicia el buen humor, oriéntate hacia lo bonito, lo divertido y agradable. Hay muchas cosas que nos pueden generar gratificación, dirijámonos a ellas. Ríete, no te olvides del humor, de las actividades divertidas, son treméndamente reconfortantes y saludables.
Esta situación hará que veamos más grande los aspectos negativos, pero también veremos aumentado el valor los aspectos positivos. Será siempre más saludable centrarte en ellos. Tenemos una gran ocasión para reflexionar sobre nuestras verdaderas prioridades y sobre las cosas que de verdad importan.
Evita tanto la sobre información como la desinformación.
Infórmate adecuadamente, selecciona cuándo, cuánto y cómo informarte sobre la actualidad del coronavirus. Huye del morbo, de lo tóxico, de lo que no ayuda. Dedica a informarte solo el tiempo justo y hazlo en fuentes oficiales y fiables. Evita hablar continuamente del tema.
Organiza y planifica ésta nueva situación.
- Si tienes que permanecer en casa:
Mantén en todo lo posible tus rutinas, te ayudará a mantener el orden mental y la sensación de normalidad. Verás que lograrás mayor sensación de control y normalidad.
Elabora un horario de actividades, incluyendo tus tiempos de trabajo y tiempos de descanso y ocio. Podemos centrarnos en aquellas cosas que teníamos pendiente por hacer en casa, y no encontrábamos tiempo. Importante también diferenciar los días de diario y fines de semana (haz algo especial)
Mantén tus horarios habituales de sueño, acuéstate y levántate a la misma hora que lo haces normalmente. Usa ropa cómoda, y cámbiate de ropa, no permanezcas todo el día en pijama.
Habla con las personas con quien convives, llega a acuerdos claros sobre los temas de interés comunes: compras, tareas domésticas, atención a los niños y niñas. Re descubre lo gratificante que es la conversación en familia. Siempre es mejor no dar nada por supuesto, tomad las decisiones conjuntamente.
Planifica los turnos para atender a familiares dependientes que estén confinados en otros hogares, si es tu caso.
Si necesitas atención sanitaria por algún motivo, sigue las instrucciones de tu médico/a o del personal de enfermería que te atiende habitualmente.
Planifica también otros aspectos como prever un espacio o tiempo intimo a solas destinado a uno mismo. Respeta esos espacios y los momentos diferenciados del resto de personas de la casa con quien convives. Todos necesitamos nuestro espacio. ¡No hace falta estar todo el rato juntos!
Aprovecha el momento para desarrollar la creatividad. Alimenta tu mente y aprovecha este tiempo para aprender (cursos online) o enriquecerte con música, lectura, visitas virtuales a museos, exposiciones… te ayudará a estar entretenido y distraído, y aumentará tu satisfacción personal. Reserva espacios y momentos diariamente para el ocio. Hay una gran variedad de oferta de ocio online que nos permite gratuitamente disfrutar de conciertos, películas, visitas virtuales a museos, revistas, etc. Pero no hay que centrarse solo en ofertas a través de canales electrónicos o de la TV. Los juegos de mesa clásicos permiten el ocio en familia y la lectura de un buen libro será siempre una gran elección.
Practica la relajación: Usa alguna técnica para relajarte, la que prefieras: respiración profunda, meditación, relajación muscular...Hay recursos sencillos online si nunca la has practicado, que te indican como hacerlo y espacios para ello. Siempre es un buen momento para empezar esta practica tan saludable, y que quizás ya llevabas tiempo queriendo iniciar.
- Si tienes menores a tu cargo:
Planifica sus actividades, diferenciando los periodos que han de dedicar a sus tareas escolares, de casa y al juego.
Haz que mantengan sus horarios de sueño y comidas habituales.
Hazlos también participar en la planificación, la aceptarán mejor si intervienen en ella.
Reservad tiempo para estar con ellos/as y realizar actividades juntos/as. No centréis su ocio solo en los videojuegos, la televisión o la Tablet. Será un buen momento para dedicarles un tiempo de calidad buscando alternativas, en la web se ofrecen una gran cantidad de ideas. Qué tal probar a cocinar juntos, hacer un teatro, una coreografía juntos, compartir juegos de mesa, o simplemente hablar ofreciéndoles el tiempo de escucha y atención suficiente de la que quizás antes no disponíamos.
- Si tienes que acudir a tu puesto de trabajo:
En tus desplazamiento, en el y al volver a casa, cumple las medidas que ha establecido la autoridad sanitaria.
Cumple y haz cumplir a los demás (público, compañeros/as, etc.) esas medidas recomendadas.
Explica de forma clara tu situación a tus superiores, equipos y proveedores, para poder tomar decisiones y organizaros ante las nuevas necesidades. No olvides comentarles si tienes niños/as o personas dependientes a cargo porque, obviamente, la cantidad de trabajo que podrás realizar será menor.
Siempre que sea posible, establece un sistema de teletrabajo, al menos parte de los días.
Practica deporte en casa.
Procura hacer algo de ejercicio todos los días, nos ayudará a mantenernos en buena forma física junto a una dieta equilibrada, una buena forma física propicia una buena salud emocional. Pongamos imaginación o busquemos información en Internet para “entrenar en casa”. Compártelo con los tuyos. Conéctate a alguna clase virtual, haz estiramientos, camina por casa, sube y baja escaleras, baila. Sentir que nos cuidamos aumenta nuestra percepción de control y satisfacción, y la actividad física, libera esas endorfinas que reducen nuestro estrés y mejoran nuestro ánimo.
Mantengamos los contactos.
Evitando, eso sí, en lo posible, alimentar miedos e inquietudes a los demás. Mantén el contacto social que te permita ésta situación: teléfono, videoconferencia, conversaciones por el patio de luces, balcones, ventanas. Aunque físicamente no podamos estar con familiares y amigos, tenemos a nuestra disposición muchos medios para seguir en contacto con ellos. Llama a las personas queridas, haz vídeo llamadas, atiende tu correo electrónico y utiliza tus redes sociales para mantenerte conectado. Si no tienes mucha práctica con las redes sociales o las nuevas tecnologías, recurre a la llamada telefónica. Sé positivo en tus comunicaciones con las personas de tu entorno, hablad de todo y no os centréis en los aspectos negativos del aislamiento.
Si estas dado/a de alta en el Servicio Andaluz de Tele-asistencia, haz uso del servicio o llama al teléfono de atención a personas mayores (900 858 381), es gratuito. Es importante que el confinamiento y la distancia social no se transforme en aislamiento social y en sentimientos de soledad no deseada. Considera este momento para unir y fortalecer tus vínculos. En la actual situación, cobra un sentido aun mayor potenciar el contacto social y la relación con amistades, familiares, compañeros de trabajo.
Valora la empatía y solidaridad de tantísima gente, en pocos días, se ha movilizado muchísimo voluntariado para facilitar la vida a la gente. Tener la oportunidad de participar, en la medida de nuestras posibilidades, en iniciativas solidarias que estén a nuestro alcance será de ayuda para ti, para los tuyos y para los demás.
Todas estas acciones compartidas incrementarán la sensación de pertenencia y comunidad, somos seres sociales por naturaleza y necesitamos del contacto
Observa la salud de quienes te rodean y muy especialmente cuida tu estado de ánimo.
Genera, facilita y propicia emociones agradables, cuida también lo que dices y cómo lo dices. Observa tus emociones, acéptalas, no te asustes por sentirlas, permítete estar mal también, normalízalo y compártelo con los tuyos. Si las emociones son intensas y te bloquean, si tus miedos anticipatorios y tu angustia dirigen tu día, si estás en un momento de mayor vulnerabilidad emocional, si lo ves necesario, pide ayuda profesional.
Esta situación, sin duda, es una experiencia complicada pero también puede ser tremendamente enriquecedora y de gran crecimiento personal.
Yoshida Kenko, en su obra “Pensamientos al vuelo”, nos dice:
"¿Solo se deben contemplar las flores de los cerezos cuando están en su mayor esplendor; y la luna cuando no la cubre ninguna nube?… ¡Qué hermoso y qué sublime es evocar la primavera sin salir de la propia casa y soñar con la luna permaneciendo en un rincón de nuestro aposento!.. La gente se apesadumbra cuando se marchitan las flores de los cerezos y cuando la luna declina en el firmamento, pero eso es natural. Solo un hombre que tenga un corazón insensible podrá decir: - Las flores de esta rama y de aquella ya han dejado caer sus pétalos. Aquí ya no queda nada que ver -
Una rama que está a punto de estallar y florecer, un jardín cubierto de pétalos...tienen mucho más interés para nuestros ojos”
Ninguna contradicción...la misma excelsa belleza!!!
Aquí y Ahora.
Un cariñoso abrazo virtual.
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