En estos momentos de confinamiento estamos viviendo una experiencia a nivel individual, social, familiar y cÓmo no también de pareja, insólita. Son muchas las parejas que han pasado de pasar sólo algunas horas al día juntos, y ahora de manera no elegida hay que estar las 24 horas del día confinados juntos.
Pasar todo el rato con la misma persona, por mucho que la queramos, no es una cosa a la que estemos acostumbrados, por ello para que durante estos días prevalezca la armonía y la convivencia, debemos atender a la salud de nuestra relación.
A nivel emocional puede ser complejo, después de muchos días o incluso pronto pueden aparecer desencuentros, ello va a ser inevitable y luchar para que no aparezcan es un ideal inalcanzable, Tenemos que dar por hecho que estas diferencias van a aparecer, lo importante es cómo las vamos a manejar.
¿Cómo podríamos favorecer afrontar la convivencia de la pareja durante esta cuarentena? Algunas pautas serían:
Tomar como el pilar mas importante el ser claros con nuestras necesidades, es imprescindible que el otro u otra las conozca.
Cuando no se da el encuentro, mejor que enfadarse, anclarnos en una actitud pasivo-agresiva o fingir que no nos afectan las cosas, que pasamos, lo acertado es que haya la máxima comunicación posible, acoger las situaciones que se vayan dando evitando se creen malentendidos, y estar alertas a parar la bola de nieve antes de que sea demasiado grande. Se debe tener en cuenta que no siempre va ser fácil encajar los sentimientos y dependiendo de cada persona, habrá quienes necesiten de más o menos privacidad, de más o menos muestras de afecto...cada pareja tiene un equilibrio diferente, y por ello también es importante no compararse con otras.
Planificar entre todos la actividad y rutina familiar es la mejor herramienta para formar un buen equipo, aunque ello no quite que puedan surgir momentos en los que un miembro de la pareja esté más afectado, y tenga que ser en esos momentos solo uno el cabeza de familia en lo que respecta a las compras, tareas del hogar, etc. Repartir las tareas domésticas es ahora más importante que nunca para que nadie sienta que está haciendo más que el otro, para que ninguno de los dos se sienta en deuda o con sobreesfuezo.
Prestar atención a los espacios y respetarlos, diferenciar los lugares y momentos de trabajo, de ocio o vida en común es fundamental para intentar evitar la sensación de que el tiempo es un todo indefinido en el que no se diferencia cuándo estamos tele-trabajando y cuándo no. En la medida en que se pueda, es conveniente trabajar en espacios diferenciados, sobre todo si uno de los dos o ambos necesitan hablar por teléfono o realizar video-llamadas, acordar estos espacios también permite ser más productivos durante la jornada laboral, y decirse por ejemplo “nos encontramos a las 10.30 en el salón” estableciendo ese merecido descanso intermedio en la jornada. Si no se pudiese trabajar en habitaciones diferentes, intentar al menos marcar esa división de alguna manera, por ejemplo usando mesas diferentes, o si fuese posible establecer horarios diferentes o intercalados.
Para cuidar de la relación también hay que saber cuidarse por separado, cuidar de uno mismo, el confinamiento no significa tener que pasar todo el rato con la otra persona. Es muy importante respetar los espacios individuales aunque sea difícil, esos espacios privados pueden ser desde una habitación hasta un lado del sofá, pero es recomendable delimitar un espacio de la casa completamente individual para cada persona. Reservar esos momentos de privacidad que pueden ser desde una hora al día, o solo unos minutos, es una buena idea saludable para incorporarlos a vuestra rutina diaria. Las autoridades que insisten en salir a la calle de forma individual y cuanto menos mejor, ese espacio de tiempo es bueno que se reparta entre ambos para que cada uno pueda disfrutar de un pequeño rato al aire libre solo.
Cuidar la relación, buscar y encontrar esos momentos, aunque sean pequeñitos para los cuidados y el cariño mutuo, especialmente si algún miembro tiene que salir a trabajar o por otros motivos, incluso se pueden planificar dentro del orden del día,. Tener detalles tan sencillos de entregar al otro como prepararle un café o felicitarle por lo buena que ha quedado la comida, son aunque pequeños muy significativos para la convivencia.
El afecto físico es también muy importante estos días y dependiendo de la relación, esto tomará una u otra forma. Para algunas parejas puede ser un buen momento para formas de afecto más intensas de las que tenían normalmente. La mejor estrategia es ir poco a poco, haciendo que pequeñas muestras de afecto se conviertan en rutinarias y evolucionando hacia contactos más intensos, incluyendo el sexo.
Aunque no se pueda salir a la calle, hacer y disfrutar de planes juntos, por ejemplo un concierto por streaming, una película, cocinar, hacer deporte, ver fotografías antiguas (recordar vuestros buenos momentos juntos, es un momento ideal para mirar atrás y recordar los inicios, qué cosas habéis pasado juntos, anécdotas… va facilitar tener una visión positiva de la vida en común), compartir una serie, una conversación, bailar juntos, jugar… Esto está abierto a lo creativo de cada pareja. También compartir momentos con vuestros amigos y familia, videoconferencias, quedar para hacer un vermut o cañita virtual con ellos, o para charlar con los abuelos.
Todo lo que se ha expuesto anteriormente se hace más cuesta arriba con niños en casa, pero no será misión imposible. Así que, aquellas parejas con hijos, ¿qué hacemos con los hijos?
En una entrada anterior ya se ofrecieron pautas sobre ello, que lo principal es ofrecerles una explicación sincera y adaptada para que puedan ser también parte del equipo y asuman mejor las restricciones del confinamiento, que participen en la medida que puedan en consensuar la organización o rutinas del día. Con ellos se hace muy necesario planificar los momentos de trabajo y de ocio con los hijos, ademas será imprescindible que os turnéis para ayudarlos con los deberes y las actividades obligatorias. Ser creativos con las actividades de ocio, hay miles de opciones, pueden consultar ideas en la entrada anterior “Esos locos bajitos”.
Reservar momentos de intimidad en pareja en la medida de las posibilidades, buscar momentos sin niños, si son suficientemente grandes, se les puede explicar que ese rato es necesario.
Igualmente pueden darse tiempo sin niños por separado, establecer unas horas en las que se queden solo con uno de la pareja para que el otro pueda descansar. Respetar la intimidad de los adolescentes, llamar a la puerta de su habitación antes de entrar y respetar sus momentos de soledad.… Pero aprovechar también para hacer cosas juntos, respetar su intimidad no significa dejar que estén todo el rato aislados. Se pueden hacer planes familiares, y aprovechar estos días para que os enseñen alguna cosa que les guste, por ejemplo, a jugar algún videojuego.
¿Qué pasa si el conflicto persiste?
Se tiene que contemplar la posibilidad de que, pese a todo, surjan conflictos que persistan. En este caso, se propone la técnica del “tiempo fuera” que consiste en acordar un signo o una palabra clave que les sirva para establecer un tiempo muerto e impedir escaladas innecesarias, improductivas y dolorosas. Cuando pasen unas horas y se pueda hablar sin discutir, se retoma de nuevo el asunto.
Utilizar un lenguaje no violento puede ayudarnos evitar heridas, hablar en primera persona de como nos sentimos (no desde la acusación, sino desde cómo nos sentimos cuando… ) y qué pensamos, llegar a acuerdos y negociar mucho. Hacer un esfuerzo en la escucha sin prejuicios, sin juzgar, sin infravalorar, hacer un gran esfuerzo en el uso de la empatía, ponernos en el lugar del otro.
Poder ser apoyo de nuestra pareja en estos momentos de aislamiento en los que están aflorando emociones con las que no estamos acostumbrados a tratar, a reconocerlas como nuestras, realizando una mala gestión de los momentos de miedo, angustia, control, tristeza, impotencia, aburrimiento, estrés, confusión, incertidumbre, ansiedad… en esos momentos poder contar con tu pareja como apoyo además del auto apoyo que tengamos desarrollado, y poder estar disponible para el otro cuando lo requiera es un tremendo regalo.
En caso de que la conflictividad persista, poder hablar con otras personas, como familia, amistades puede nutrirnos mucho y aliviar la olla a presión, soltando la válvula de escape, y si continúa lo recomendable es contactar con profesionales que ofrezcan sus servicios en línea, en estos momentos hay muchos teléfonos de asesoramiento y acompañamiento emocional de pago o gratuitos, respaldados por profesionales.
¿Y si estamos confinados por separado? Pues en estos días también hay parejas que se encuentran justo en la situación opuesta. ¿cómo pasar la cuarentena en pareja por separado?
Los primeros consejos se aplican igual, respeto por los espacios y los horarios, cuidar la relación y cuidarse a uno mismo. Es importante que se mantenga el contacto, y que haya un espacio para explicarse los miedos y angustias. El mejor consejo es aprovechar las nuevas tecnologías, vídeo-llamadas o enviarse mensajes más largos de lo normal (correos electrónicos, por ejemplo). No obstante, también es importante ser respetuosos con los tiempos privados de la otra persona, y no pedirle que esté todo el día en línea.
Nuevamente, indicar que toda crisis ofrece una gran oportunidad, si se quiere, para nuestro crecimiento y desarrollo personal, para crecer en también el caso que nos ocupa, juntos como pareja, son momentos para la aceptación de uno mismo y del otro, y a través del amor y del cuidado poder salir fortalecidos como pareja, y valorar la fortaleza del vínculo creado. También cómo no, para dilucidar, para darnos cuenta de si ese vínculo apenas tiene pilares en los que sustentarse, de que aunque nos queramos es necesario sentarse y hablar sobre la relación, enfrentarse a si merece la pena o no continuarla después del confinamiento...mientras tanto y también después, procuremos una relación lo mas respetuosa y armoniosa posible, pónganselo y pongámonoslo fácil, lo agradecerán ambos, y lo agradecerán especialmente sus hijos, cuando los haya.
Hoy la imagen de la entrada es una escultura del autor Croata Alexander Milov, titulada "Love", representa una escena de conflicto entre un hombre y una mujer sentados espalda contra espalda, mientras, dos niños atrapados dentro de sus cuerpos se dan la mano, mostrando la inocencia que ambos llevan dentro y que parecen haber olvidado (extrapolable cómo es lógico, a todo tipo de relación). Nos muestra también la expresión externa e interna de la naturaleza humana. Nuestra intención ha de estar enfocada hacia el equilibrio entre ambas polaridades, sea cual sea nuestro estado actual y futuro en relación a nuestra relación de pareja.
Como sabiamente refleja Joan Garriga en su libro “El buen amor en la pareja”
"NO ES LO MISMO QUE TE QUIERAN, A QUE TE QUIERAN BIEN”
Y sucede igualmente a la inversa:
"NO ES LO MISMO QUERER, A QUERER BIEN”
Aquí y Ahora
Un cariñoso abrazo virtual.
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